domingo, 5 de julio de 2015

PRAXIS EDUCATIVA: ESQUEMAS TRADICIONALES

     La Educación es herramienta de desarrollo y condición indispensable de progreso; ya que,  a través de la educación, la persona se hace consciente de su realidad y la transforma para su propio bienestar y para el sustento de la sociedad en general. Es una condición que implica para el sujeto, un proceso de formación y desarrollo sistemático. También consiste en un hecho personal y social. En cuanto a lo primero, toda conducta tiene su epicentro en el mismo sujeto por lo que es una obligación inherente a la naturaleza humana, actualizar las propias potencialidades y buscar su bienestar, es decir, si una persona no realiza por sí misma acciones que la orienten hacia fines positivos, entonces no se educa.
     Por lo tanto, ella es protagonista de su desarrollo; Como un hecho social, la acción educativa se propone en cada cultura sostener los valores que le dan sustento a la sociedad porque solamente en la interacción con los otros es que se puede comprender el fenómeno educativo.
     La educación cumple misiones, ya sean de ámbito cultural, individual y social. Todo el mundo se educa porque la cultura se conserva y se transforma gracias a la transmisión de conocimientos, de valores y de todo el acervo que caracteriza a una sociedad. Esa es una misión cultural que, por una parte garantiza que nuestra cultura, nuestra historia, nuestras raíces como pueblo se conserven y sean conocidas y valoradas por cada nueva generación. Pero también para que podamos transformar la cultura y adaptarla a las nuevas realidades y a las opciones que la sociedad va escogiendo por su historia y por los cambios económicos, tecnológicos y sociales que se van produciendo.
     Hay que destacar, que hace tiempo la sociedad se encuentra atravesando por cambios trascendentales en todos los aspectos, dichos cambios han sido positivizados, ya que existe una variedad de aprendizajes afianzados a un modelo tradicional, en donde sólo el docente tiene la razón, es por ello, que  se establecen una serie de normativas y basamentos legales que resguardan al ámbito educativo, una de tantas normas emanadas por el órgano gubernamental fue la nueva “Ley de la Educación”, ley fundamentada en principios en los que se establece que la educación será de manera universal, productiva, gratuita, integral e intercultural, sin discriminación alguna.
     La educación es también un beneficio para el individuo. Le permite acceder justamente a todo aquello que le permitirá emanciparse como persona y participar activamente, con espíritu crítico y actitud productiva, en la sociedad. Para ser protagonista de los cambios, para progresar y mejorar su calidad de vida y la de su familia.
     Ahora bien dentro de la praxis educativa se pueden evidenciar ciertas maneras de positivización del pensamiento, lo que origina un aprendizaje poco discernido, debido a que, en este aspecto los protagonistas del hecho educativo (Docente-Educando)  aprende al acumular memorísticamente los hechos y acontecimientos ya ocurridos, de esta manera el método que se basa es, en “la memorización”, la cual fue y continúa siendo el más utilizado, y es uno de los errores que se puede visualizar en algunas aulas de clases, ya que lo que se tiene por objetivo, es solo el pensar drásticamente e impulsar un aprendizaje poco funcional, lo que da lugar a una degradación en cuanto a la calidad de pensamiento crítico y reflexivo de los actores involucrados.
     Es por ello, que se considera como la actividad de aprendizaje más básica y rudimentaria que se ha empleado a través del tiempo solapado bajo la escuela tradicional, donde este consiste en el simple almacenamiento de información la cual puede dar resultado en algunos casos que representan la minoría; de esta manera se visualiza una pérdida de conocimiento significativo, ya que dentro de esta memorización, no se toma en cuenta la realidad y contexto en el que se encuentra el educando, puesto que de este modo no se percibe la relación de la metodología pedagógica (Sujeto-Objeto), la cual consiste en aprender, explorar e indagar, dando como resultado una función académica netamente holística y significativa.
     Comprender desde el punto de vista significativo es dotar de significado a la información que se presenta. La repetición literal de un espacio o definición no implica que el educando haya captado en sentido completo, es preciso que lo traduzca a su propio lenguaje, que la nueva información se conecte con su conocimiento previsto, siendo esta la vía por la cual las personas asimilan la cultura que lo rodean, idea claramente coincidente con Vygotsky quien describen un proceso similar a la acomodación de Piaget, donde se percibe un proceso mediante el cual se relaciona la nueva información con algún aspecto ya existente y relevante para la nueva adquisición en la estructura cognitiva condicionando las adquisiciones posteriores.
Ahora bien, la positivización memorística que atraviesa en algunos casos nuestro ámbito educativo, es meramente inaceptable, ya que si partimos de un enfoque interdisciplinario, se estampa una forma de pensar y de proceder para conocer la complejidad de la realidad objetiva y resolver cualquiera de las complejos problemas que esta plantea, ya que la misma, constituye una de las vías para incrementar la calidad de la educación: la formación integral de nuestros estudiantes, conocimientos, habilidades, valores, actitudes y sentimientos necesitan de la interdisciplinariedad.
     Es por ello que se considera como un proceso y una filosofía de trabajo, las relaciones interculturales reflejadas en una condición didáctica que también permite cumplir con el principio de la enseñanza-aprendizaje, donde esta abarca no sólo los nexos que se pueden establecer entre los sistemas de conocimientos de una disciplina y otra sino también aquellos vínculos que se pueden crear entre los modos de actuación, formas de pensar, cualidades, valores y puntos de vistas que potencian las diferentes disciplinas.
     Visto de este modo, es necesario repensar sobre las diferentes actuaciones del gremio docente en cuanto a la hora de socializar en el aula de clases y a su vez, el de nuestros educandos, ya que si tomamos como base el impartir una enseñanza de calidad significativa, se debe partir desde la realidad que se tiene, para así enfocar las percepciones críticas y analíticas de ambas partes, para dar origen a una mayor integración de los ejes de aprendizaje que emana las directrices de la educación para así lograr una capacidad de definir, conocer, comprender, interpretar, aplicar, producir y obviamente una teoría y praxis.
     Por otro lado, existe otra disyuntiva dentro de toda esta dinámica positivista que se evidencia en el ámbito educativo, es que el ministerio de educación pide al docente regirse a un programa de contenidos meramente tradicionales y algo tedioso para el educando, olvidando los factores exógenos que los rodean, y es ahí donde se percibe un rasgo positivista en nuestra enseñanza.
     El problema radica en que, debemos buscar las diferentes estrategias educativas que promueva una mayor integración entre docente, educando y propiamente el entorno social en el que se encuentren, aunado a esto se debe pensar en dar libertad de expresión constante a los contenidos que desarrollara el docente, puesto que de esta manera se despertara la participación colectiva, el sentido crítico y reflexivo de los participantes, promoviendo de esta manera una educación intercultural y sin limitaciones.
 Hay que destacar, que con los mencionados programas de contenidos tradicionales, impuestos por los órganos directivos, suelen ser un obstáculo en cuanto al desarrollo y abordaje de la realidad existente y al libre desenvolvimiento de las ideas y propuestas que desea implementar el docente en sus planificaciones, por lo cual es preocupante, y por tales razones debería surgir una revisión precisa y concisa de los contenidos que desee desarrollar el agente educativo (Docente), para que de una vez se rompan esos esquemas tradicionales de la vieja escuela y se afiancen los lazos a las nuevas herramientas que han surgido y trasformado a la humanidad.
     Tomando como referencia la adecuación curricular de educación, que actualmente se contextualiza, surgen una serie de propuestas para continuar avanzando en el proceso de inclusión, goce y ejercicio de los derechos, en la igualdad de condiciones y oportunidades; a raíz de esto se establecen ciertos aspectos, que dan mucho que pensar y analizar, principalmente el que corresponde al fortalecimiento del papel de los docentes como actores fundamentales en la calidad educativa y reconfigurar la organización y funcionamiento del ministerio del poder popular para la educación; y es por ello que se debe abrir un espacio de discusión y construcción colectiva para que los mismos docentes, estudiantes, padres y representantes realicemos nuestros planteamientos y propuestas para que este proceso de adecuación curricular, presente orientaciones integrales basadas en profundizar los aprendizajes significativos enmarcados en el logro de los fines de la educación, es para que nuestra educación se base ampliamente en el aspecto interdisciplinario.
     Ahora bien, la igualdad de género, el logro de una educación intercultural y el respeto por una ciudadanía construida por y para todos, son aspectos que definen y conforman una educación para la Justicia Social. Sin olvidar la gran influencia que las políticas públicas tienen sobre el estado de la educación actual, una educación de calidad que consiga un desarrollo integral de todos y cada uno de los estudiantes, teniendo en cuenta su rendimiento y sus condiciones de partida.
     Al respecto debemos tener presente una serie de aspectos tales como:
v  Afianzar la consolidación del Subsistema de Educación Básica mediante una base curricular coherente con los preceptos constitucionales y el proyecto político, económico y social del país.
v  Modernizar, mejorar y dotar las instituciones educativas, como espacios idóneos para la enseñanza y la práctica democrática, participativa y protagónica.
v  Fortalecer la capacidad de planificación, seguimiento, control y toma de decisiones de la actividad educativa, propiciando una medición en términos reales de cada uno de los proyectos educativos, en sus diferentes niveles y modalidades.
v  Integración de todos los actores del proceso educativo.
v  Continuidad y seguimiento de las funciones que deben cumplir cada uno de las personas involucradas en las actividades y así de esta manera garantizar la efectividad de los aprendizajes desarrollados.
v  Afianzar en cada una de las estrategias, los valores de respeto, responsabilidad, compromiso, lealtad, solidaridad entre otros.
v  El pensamiento intuitivo como fundamento para el desarrollo de la actividad intelectual.
v  La motivación para el aprendizaje en la sociedad contemporánea.
v  Propiciar la asimilación de conocimientos a nivel de su aplicación creadora.
v  Contribuir a capacitar a los estudiantes para el trabajo independiente al adiestrarlos en la revelación y la solución de las contradicciones que se presenta la realidad y el espacio en el cual hacen vida.
     Finalmente, la educación en la actualidad necesita romper con esquemas tradicionales y dejar a un lado la positivización, y tener como fundamento una educación de calidad visionada a enriquecer y potenciar un aprendizaje significativo, creativo y crítico, forjando nuevos seres reflexivos de la realidad, ya que es un derecho humanos y deber fundamental orientada al potencial creativo de cada ser humanos en condiciones históricas, como lo menciona la Ley Orgánica de Educación.

“Bienaventurado el que comienza por educarse antes de dedicarse a perfeccionar a los demás”. Juan C. Abella

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