La Educación es herramienta de desarrollo
y condición indispensable de progreso; ya que,
a través de la educación, la persona se hace consciente de su realidad y
la transforma para su propio bienestar y para el sustento de la sociedad en
general. Es una condición que implica para el sujeto, un proceso de formación y
desarrollo sistemático. También consiste en un hecho personal y social. En
cuanto a lo primero, toda conducta tiene su epicentro en el mismo sujeto por lo
que es una obligación inherente a la naturaleza humana, actualizar las propias
potencialidades y buscar su bienestar, es decir, si una persona no realiza por
sí misma acciones que la orienten hacia fines positivos, entonces no se educa.
Por lo tanto, ella es protagonista de su
desarrollo; Como un hecho social, la acción educativa se propone en cada
cultura sostener los valores que le dan sustento a la sociedad porque solamente
en la interacción con los otros es que se puede comprender el fenómeno
educativo.
La educación cumple misiones, ya sean de
ámbito cultural, individual y social. Todo el mundo se educa porque la cultura
se conserva y se transforma gracias a la transmisión de conocimientos, de
valores y de todo el acervo que caracteriza a una sociedad. Esa es una misión
cultural que, por una parte garantiza que nuestra cultura, nuestra historia,
nuestras raíces como pueblo se conserven y sean conocidas y valoradas por cada
nueva generación. Pero también para que podamos transformar la cultura y
adaptarla a las nuevas realidades y a las opciones que la sociedad va
escogiendo por su historia y por los cambios económicos, tecnológicos y
sociales que se van produciendo.
Hay que destacar, que hace tiempo la
sociedad se encuentra atravesando por cambios trascendentales en todos los
aspectos, dichos cambios han sido positivizados, ya que existe una variedad de
aprendizajes afianzados a un modelo tradicional, en donde sólo el docente tiene
la razón, es por ello, que se establecen
una serie de normativas y basamentos legales que resguardan al ámbito educativo,
una de tantas normas emanadas por el órgano gubernamental fue la nueva “Ley de
la Educación”, ley fundamentada en principios en los que se establece que la
educación será de manera universal, productiva, gratuita, integral e
intercultural, sin discriminación alguna.
La educación es también un beneficio para
el individuo. Le permite acceder justamente a todo aquello que le permitirá
emanciparse como persona y participar activamente, con espíritu crítico y
actitud productiva, en la sociedad. Para ser protagonista de los cambios, para
progresar y mejorar su calidad de vida y la de su familia.
Ahora bien dentro de la praxis educativa
se pueden evidenciar ciertas maneras de positivización del pensamiento, lo que
origina un aprendizaje poco discernido, debido a que, en este aspecto los
protagonistas del hecho educativo (Docente-Educando) aprende al acumular memorísticamente los
hechos y acontecimientos ya ocurridos, de esta manera el método que se basa es,
en “la memorización”, la cual fue y
continúa siendo el más utilizado, y es uno de los errores que se puede
visualizar en algunas aulas de clases, ya que lo que se tiene por objetivo, es
solo el pensar drásticamente e impulsar un aprendizaje poco funcional, lo que
da lugar a una degradación en cuanto a la calidad de pensamiento crítico y
reflexivo de los actores involucrados.
Es por ello, que se considera como la
actividad de aprendizaje más básica y rudimentaria que se ha empleado a través
del tiempo solapado bajo la escuela tradicional, donde este consiste en el
simple almacenamiento de información la cual puede dar resultado en algunos
casos que representan la minoría; de esta manera se visualiza una pérdida de conocimiento
significativo, ya que dentro de esta memorización, no se toma en cuenta la
realidad y contexto en el que se encuentra el educando, puesto que de este modo
no se percibe la relación de la metodología pedagógica (Sujeto-Objeto), la cual
consiste en aprender, explorar e indagar, dando como resultado una función
académica netamente holística y significativa.
Comprender desde el punto de vista
significativo es dotar de significado a la información que se presenta. La
repetición literal de un espacio o definición no implica que el educando haya
captado en sentido completo, es preciso que lo traduzca a su propio lenguaje,
que la nueva información se conecte con su conocimiento previsto, siendo esta
la vía por la cual las personas asimilan la cultura que lo rodean, idea
claramente coincidente con Vygotsky quien describen un proceso similar a la
acomodación de Piaget, donde se percibe un proceso mediante el cual se
relaciona la nueva información con algún aspecto ya existente y relevante para
la nueva adquisición en la estructura cognitiva condicionando las adquisiciones
posteriores.
Ahora
bien, la positivización memorística que atraviesa en algunos casos nuestro
ámbito educativo, es meramente inaceptable, ya que si partimos de un enfoque
interdisciplinario, se estampa una forma de pensar y de proceder para conocer
la complejidad de la realidad objetiva y resolver cualquiera de las complejos
problemas que esta plantea, ya que la misma, constituye una de las vías para
incrementar la calidad de la educación: la formación integral de nuestros
estudiantes, conocimientos, habilidades, valores, actitudes y sentimientos
necesitan de la interdisciplinariedad.
Es por ello que se considera como un proceso
y una filosofía de trabajo, las relaciones interculturales reflejadas en una
condición didáctica que también permite cumplir con el principio de la
enseñanza-aprendizaje, donde esta abarca no sólo los nexos que se pueden
establecer entre los sistemas de conocimientos de una disciplina y otra sino
también aquellos vínculos que se pueden crear entre los modos de actuación,
formas de pensar, cualidades, valores y puntos de vistas que potencian las
diferentes disciplinas.
Visto de este modo, es necesario repensar
sobre las diferentes actuaciones del gremio docente en cuanto a la hora de socializar
en el aula de clases y a su vez, el de nuestros educandos, ya que si tomamos
como base el impartir una enseñanza de calidad significativa, se debe partir
desde la realidad que se tiene, para así enfocar las percepciones críticas y
analíticas de ambas partes, para dar origen a una mayor integración de los ejes
de aprendizaje que emana las directrices de la educación para
así lograr una capacidad de definir, conocer, comprender, interpretar, aplicar,
producir y obviamente una teoría y praxis.
Por otro lado, existe otra disyuntiva
dentro de toda esta dinámica positivista que se evidencia en el ámbito
educativo, es que el ministerio de
educación pide al docente regirse a un programa de contenidos meramente
tradicionales y algo tedioso para el educando, olvidando los factores
exógenos que los rodean, y es ahí donde se percibe un rasgo positivista en
nuestra enseñanza.
El problema radica en que, debemos buscar
las diferentes estrategias educativas que promueva una mayor integración entre
docente, educando y propiamente el entorno social en el que se encuentren,
aunado a esto se debe pensar en dar libertad de expresión constante a los
contenidos que desarrollara el docente, puesto que de esta manera se despertara
la participación colectiva, el sentido crítico y reflexivo de los
participantes, promoviendo de esta manera una educación intercultural y sin
limitaciones.
Hay que destacar, que con los mencionados
programas de contenidos tradicionales, impuestos por los órganos directivos,
suelen ser un obstáculo en cuanto al desarrollo y abordaje de la realidad
existente y al libre desenvolvimiento de las ideas y propuestas que desea
implementar el docente en sus planificaciones, por lo cual es preocupante, y
por tales razones debería surgir una revisión precisa y concisa de los
contenidos que desee desarrollar el agente educativo (Docente), para que de una
vez se rompan esos esquemas tradicionales de la vieja escuela y se afiancen los
lazos a las nuevas herramientas que han surgido y trasformado a la humanidad.
Tomando como referencia la adecuación
curricular de educación, que actualmente se contextualiza, surgen una serie de propuestas
para continuar avanzando en el proceso de inclusión, goce y ejercicio de los
derechos, en la igualdad de condiciones y oportunidades; a raíz de esto se
establecen ciertos aspectos, que dan mucho que pensar y analizar,
principalmente el que corresponde al fortalecimiento del papel de los docentes
como actores fundamentales en la calidad educativa y reconfigurar la
organización y funcionamiento del ministerio del poder popular para la
educación; y es por ello que se debe abrir un espacio de discusión y construcción
colectiva para que los mismos docentes, estudiantes, padres y representantes
realicemos nuestros planteamientos y propuestas para que este proceso de
adecuación curricular, presente orientaciones integrales basadas en profundizar
los aprendizajes significativos enmarcados en el logro de los fines de la
educación, es para que nuestra educación se base ampliamente en el aspecto
interdisciplinario.
Ahora bien, la igualdad de género, el
logro de una educación intercultural y el respeto por una ciudadanía construida
por y para todos, son aspectos que definen y conforman una educación para la
Justicia Social. Sin olvidar la gran influencia que las políticas públicas
tienen sobre el estado de la educación actual, una educación de calidad que
consiga un desarrollo integral de todos y cada uno de los estudiantes, teniendo
en cuenta su rendimiento y sus condiciones de partida.
Al respecto debemos tener presente una
serie de aspectos tales como:
v
Afianzar la
consolidación del Subsistema de Educación Básica mediante una base curricular
coherente con los preceptos constitucionales y el proyecto político, económico
y social del país.
v
Modernizar, mejorar y
dotar las instituciones educativas, como espacios idóneos para la enseñanza y
la práctica democrática, participativa y protagónica.
v
Fortalecer la
capacidad de planificación, seguimiento, control y toma de decisiones de la
actividad educativa, propiciando una medición en términos reales de cada uno de
los proyectos educativos, en sus diferentes niveles y modalidades.
v
Integración de todos los actores del proceso
educativo.
v
Continuidad y seguimiento de las funciones que
deben cumplir cada uno de las personas involucradas en las actividades y así de
esta manera garantizar la efectividad de los aprendizajes desarrollados.
v
Afianzar en cada una de las estrategias, los
valores de respeto, responsabilidad, compromiso, lealtad, solidaridad entre
otros.
v
El pensamiento intuitivo como fundamento para el
desarrollo de la actividad intelectual.
v
La motivación para el aprendizaje en la sociedad
contemporánea.
v
Propiciar la asimilación de conocimientos a
nivel de su aplicación creadora.
v
Contribuir a capacitar a los estudiantes para el
trabajo independiente al adiestrarlos en la revelación y la solución de las contradicciones
que se presenta la realidad y el espacio en el cual hacen vida.
Finalmente, la educación en la actualidad
necesita romper con esquemas tradicionales y dejar a un lado la positivización,
y tener como fundamento una educación de calidad visionada a enriquecer y
potenciar un aprendizaje significativo, creativo y crítico, forjando nuevos seres
reflexivos de la realidad, ya que es un derecho humanos y deber fundamental
orientada al potencial creativo de cada ser humanos en condiciones históricas,
como lo menciona la Ley Orgánica de Educación.
“Bienaventurado
el que comienza por educarse antes de dedicarse a perfeccionar a los demás”.
Juan C. Abella
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