domingo, 5 de julio de 2015

Geohistória: PERSPECTIVA INTERDISCIPLINARIA

El concepto de espacio geográfico es utilizado para definir el espacio organizado por la sociedad. Desde un punto de vista histórico, el espacio geográfico es acumulativo en tanto posee las huellas de las diferentes sociedades que lo organizaron a lo largo del proceso histórico. Tovar R (1986) menciona: “Todo lo expuesto conduce a aceptar como postulado fundamental, valido para cualquier ciencia del hombre, el de “las condiciones históricas dadas o determinadas”; respuesta indispensable a la dirección diacrónica” (pág. 19)
     Cuando se hace referencia al espacio geográfico de un País o Nación, éste espacio se encuentra predeterminado legalmente y establecido dentro de un perímetro fijado por leyes , categorías dialécticas o convenciones; dentro de los límites de su espacio geográfico, cada nación desarrolla todas las distintas actividades necesarias para su supervivencia y estudio de la misma. Es importante tener claro que existe una íntima relación entre las características físicas de un país y las características de su población. Esta estrecha relación Medio Físico- Población, es uno de los elementos de mayor interés para el estudio de la geografía.
Para dar una visión explicita referente a lo anterior, es pertinente citar a Tovar R (1986), quien nos dice que:
     “Debemos recurrir por tanto a dos categorías geohistórica fundamentales e indispensables: Pueblo y nación. Entendemos por el primero “la solidaridad del grupo humano con su territorio”; no hay grupo humano desarraigado de su espacio… De la segunda que es una comunidad estable históricamente formada de idioma, de territorio…” (pág. 19-20)
     Ahora bien, el enfoque Geohistórico del profesor Tovar, se basa en una propuesta teórico-metodológica para el análisis del espacio geográfico desde una perspectiva interdisciplinaria,  entendiendo al espacio como producto social, síntesis de la acción de los grupos humanos en consecuencia de una realidad histórica, es decir, el maestro Tovar, realiza una síntesis o análisis sobre las diversas variantes en que se encuentra inmersa lo lógico de lo geohistórico; he aquí donde este plantea que el enfoque geográfico constituye una ciencia empirista donde la cual es un procedimiento basado en la práctica; en donde se requiere el contribuir notablemente a que se realicen análisis penetrantes de elementos que sustenten la práctica (teoría y praxis), teniendo como fundamento, una orientación metodológica partiendo del presente al pasado; lo que conduce a concebir el presente “como una sucesión integrada de presentes”; o situación sociohistórico, como objeto de transformación futura, “Síntesis de múltiples interrelaciones”.
     Cabe destacar un aspecto relevante, el cual es que los geógrafos hacen referencia sobre diversos enfoques o definiciones que se le ha dado a la ciencia geográfica, por lo cual han propuesto muchos enfoques, en donde quieren plasmar con exactitud la relación existente entre hombre-medio; por su parte el enfoque ecológico ha permitido dicha relación, pero esto trae como consecuencia el descuidó del papel significativo del espacio como tal, ya que este debe ser concebido como una totalidad o de manera general como construcción social, es decir, el carácter de la geografía como ciencia social, explica la organización diferenciada del espacio estructurado por los grupos humanos dentro de condiciones  históricas determinadas, por lo que cada espacio presenta una dinámica, complejidad, heterogeneidad y especificidad que lo define.
     En tal sentido debemos comprender el papel de la historia en el estudio geográfico; tal como lo menciona el maestro Tovar R, (1986) destaca que: “La geografía que aporta una explicación de la organización diferenciada del espacio, estructurado por los grupos humanos dentro de condiciones históricas dadas”. (pág. 20)
     De manera general, la geografía es la ciencia que aporta o estudia el espacio terrestre que se encuentra estructurada por la humanidad, la cual viene manifestada por la historia y la dinámica del espacio, enfocándose en explicar las relaciones entre lo humano con la realidad, es decir, la geografía se apoya en el orden de interpretación e interacción.
     Las corrientes organizativas de la geografía están sustentadas en la naturaleza dentro de un círculo cerrado de causa y efecto influyente en la sociedad, donde esta concibe al espacio geográfico como una globalidad donde la misma geografía comprende los géneros de vida del hombre, debido a que, el objetivo fundamental de la geografía lo constituye el espacio racional.
     El carácter de la geografía como ciencia social, “explica la organización diferenciada del espacio estructurado por los grupos humanos dentro de condiciones  históricas determinadas” (Tovar. R. 1996), en tal sentido debemos comprender el papel de la historia en el estudio geográfico.
     La Geohistórica es concebida por Santaella, R. (1990) como: “relación entre la geografía y la historia; una modalidad de interdisciplinariedad obligante en el estudio del espacio y su dinámica. Lo geográfico forma parte del proceso histórico y necesita de la historia para ser explicado socialmente”.
     Visto de este modo, lo temporal y lo espacial se apoyan en la categoría proceso, el espacio (nacional, urbano, rural, fronterizo, industrial, comercial), lo cual da pie a  presentar una dinámica, una complejidad, la heterogeneidad y la especificidad que lo define, de acuerdo a las condiciones históricas determinadas, ya que, para el análisis del espacio se parte del presente, como síntesis del proceso.
     El Análisis Espacial trata de comprender las variaciones de la localización y distribución de los fenómenos geográficos, con las diversificaciones introducidas por el análisis de Paisajes en sus aspectos físicos e implicaciones sociales.
     Dentro del paradigma radical en geografía  podemos  diferenciar  la  geografía crítica Marxista donde se considera  al  espacio como producto social, idea visionada a  una de las aportaciones fundamentales que los geógrafos que han obtenido de la relación con la sociología y el urbanismo marxista ; según Torres (1994) afirma que:
   “... el espacio no había sido visto como dotado de  una autonomía relativa, postulándose por el contrario que estaba totalmente determinado  por  lo social y que las leyes estructurales de una sociedad podían aprehenderse haciendo abstracción de la espacialidad social en sus diversas  formas”. (pág. 15)
     Otro elemento importante que debemos tomar como base fundamental, es a la Cartografía Geohistórica, debido a que esta  tiene por objeto la reconstrucción de la estructura y dinámica espacial de un lugar y/o período determinado, en la cual se representan las acciones sociales derivadas de la realidad; permitiendo reconstruir los procesos espaciales desde lo sincrónico (espacio) y lo diacrónico (tiempo). La producción cartográfica es el resultado de un proceso reflexivo de orden espacial, ya que contiene una aproximación de la realidad geohistórica estudiada, ejemplo de ello es la “Formación del Espacio venezolano” propuesta por la profesora Beatriz.
     Del mismo modo, la profesora ya antes  citada, sostiene que en la producción cartográfica entran en relación los elementos y sus relaciones, propone unos criterios para su elaboración: a) El espacio como categoría constitutiva de la sociedad y las estructuras espaciales; b) Las nociones o conceptos que se generen de la investigación de la espacialidad; c) la metodología (relación sociedad-espacio, totalidad-proceso-conexión-coherencia); Tal como lo señala Rojas, A. (1999)
“…Asistimos en estos momentos a rupturas paradigmáticas que conllevan a la responsabilidad del investigador en general y en particular el de geografía, para asumir el descubrimiento de las condiciones que imponen esa direccionalidad anunciada; ello coadyuva a la explicación del Espacio Geográfico y su dinámica...” (pág.53)
     Siguiendo el mismo orden de ideas, la cartografía puede considerarse un instrumento metodológico para el docente investigador y un instrumento didáctico para la enseñanza y aprendizaje de la Geografía, por lo cual es pertinente citar al Maestro Santaella, el cual precisa: “La cartografía geohistórica presenta el carácter demostrativo del pensamiento pedagógico”, afirmación en donde se encuentran implícitos los métodos con los cuales hemos estudiado la realidad que deseamos simbolizar y una determinada ideología, una concepción del mundo y de la realidad, que nos sirve para descubrir, analizar y relacionar las diversas manifestaciones del sistema dentro y fuera de la estructura espacial que nos ocupa en un momento determinado”.
     Ahora bien, para analizar el espacio como producto social sustentado en nociones y categorías dialécticas que comprenden a la dinámica de todo espacio geográfico, se debe contextualizar la problemática impuesta por la relación Espacio-Sociedad-Dependencia; basándose en la perspectiva o noción Tiempo-Espacio (Diacrónico-Sincrónico); de tal manera que se aborden las estructuras espaciales dominantes y la contradicción Ciudad-Campo proponiendo así una visión de trabajo que recoge los elementos básicos que se encuentran inmerso en el país.
     De igual manera, destacando la formación del espacio Venezolano, se hace posible connotar la conformación de estructuras espaciales que reducen los intereses del sistema capitalista, es decir, manifestaciones históricas significativas que marcan pauta en el territorio como el mercantilismo y el monopolio; dichas manifestaciones en su accionar por dominar, aceleran las tendencias intrínsecas implícitas en la utilización del espacio, por lo cual surge la necesidad, de diferenciar esas estructuras espaciales que se vieron desde el periodo colonial hasta nuestros días, por lo cual la Profesora Beatriz, toma la iniciativa de originar y a la vez diferenciar dos importantes estructuras que denotan el espacio Venezolano; estructuras a las cuales define como “Seccionada-Centralizada”. Al sustentar lo anterior la profesora Beatriz C (2008), advierte:
     “La formación del espacio en Venezuela, registra caracteres cónsonos con diferentes modalidades de organizaciones espaciales. La sistematización de una teoría explicativa de la interdependencia de los elementos que conforman el sistema espacial de Venezuela a través del tiempo, ha impuesto la necesidad de diferenciar las estructuras espaciales dominantes desde la colonia hasta nuestros días” (pág. 45)
     En este mismo orden de ideas, es oportuno mencionar al Maestro Ramón Santaella (1989), en “la Dinámica del Lago de Maracaibo”, donde este define al Territorio Venezolano por secciones, diferenciándolas por periodos, los cuales precisan la dinámica del espacio, apreciando de este modo una Venezuela Agraria, comprendida entre 1873 – 1900 periodo que define toda la fase colonial, independentista y republicana, hasta aproximadamente los comienzos de la tercera década del presente siglo cuando se inicia el proceso de desestructuración a consecuencia de la crisis mundial del Capitalismo.
     Durante este periodo la economía de la dinámica espacial venezolana se atribuye al pre-capitalismo, el cual nace y se apoya de las inversiones internas y externas que produce un modo económico agro – mono exportador, es decir, agrario, que dependiente de la exportación, todo influenciado por el dominio del Capitalismo Comercial de Europa, entes que  representan a los terratenientes, dueños de grandes hectáreas productoras para su provecho; con el transitar del tiempo y  con la aparición del ferrocarril, esta se convierte en un medio de flujo masivo de comercialización, promoviendo de manera masiva, el traslado de las materias primas más rápido y, lo que trajo como consecuencia la movilización poblacional del campo a la ciudad.
     Para el periodo comprendido entre 1900 – 1940 surge la desestructuración y  aparecen las nuevas formalidades políticas e ideológicas impulsadas por el dominio externo que cubren la mayor parte de la sociedad establecida, con mayor influencia e intensidad, que si bien comparamos la carta de este periodo con la anterior, podemos apreciar que las estructuras espaciales sufren modificaciones que guardan relación directa con las inversiones de capital extranjero petrolero y el flujo económico que generan. En la medida q esto ocurre los productos de primera calidad como el café, comienza a ser sustituido como principal producto de la estructura y he aquí donde se genera la desestructura ya antes planteada.
     Entre los modelos de desarrollo urbano y regional, destacamos los referentes a la accesibilidad para la distribución del crecimiento, desarrollo residencial, programas de renovación, análisis de mercado, ventas al por menor, y los de transporte.
     En el planeamiento urbano y regional tenemos los de población, economía urbana y regional, transporte, distribución espacial de actividades (localización, interacción espacial, utilización de los servicios), de inversiones y nuevas realizaciones, de predicciones y del uso de los llamados modelos generales o de conjunto (econométricos, de interacción espacial) que nos llevan a un planeamiento general urbano y regional.
     Comparablemente las empresas petroleras y manufactureras, financieras y de servicios, contribuyen a la distorsión de la Venezuela Agraria y dan paso a la contratación y creación de regiones que se transformaron en  localidades, generando desigualdad, lo que representa que un mayor número de pobladores activos se incorporan al consumo masivo, lo que se connoto una contra posición en el espacio venezolano desestructurado, concentra la economía y administración y política en el Centro Norte Costero. Al respecto Arzolay, C. (1999) refiere:
“la realidad de los tiempos actuales ha rebasado a todas o casi todas las instituciones existentes. La ciencia en general, atraviesa por situaciones de grandes cuestionamientos…en el campo de la geografía se debate, tanto sobre los fundamentos epistemológicos…como sobre las nuevas realidades territoriales dadas por nuevas y cambiantes condiciones socioeconómicas”. (pág. 29)
     En contraste con la idea anterior, haciendo referencia sobre el Profesor Armando Rojas, en cuanto a la “Simbiosis de los Simones”, se puede connotar la referencia sobre “la explosión del poder comunal” de la revolución bolivariana Siglo XXI en la transformación del territorio a espacio geográfico socialista bolivariano, en donde este propone  dos fuerzas; la fuerza material que es la masa y la fuerza moral la cual está en el Movimiento. De esta forma surge una nueva geometría del poder, en tanto trasformar los espacios heredados del capitalismo y los que son los espacios del individualismo; creando así nuevos espacios socialistas desde las comunas en aquellos lugares no ocupados y que reúnen las condiciones para la fundación de nuevas ciudades.
     De igual manera,  se trata al espacio geográfico a través de una estructura histórica, en donde aporta el debate sobre la geometría del poder, permitiendo ver a fondo, el problema a enfrentar, de manera tal que podamos resolver su contradicción fundamental: “ la principal fuerza de riqueza- hidrocarburos e impuesto sobre la renta- no es la principal fuente de trabajo y la principal fuente de trabajo- actividades del suelo- no es la principal fuente de riqueza”, definiendo así la síntesis geohistórica  de la fase de petrolización, utilizando diversos conjuntos de indicadores : población y el valor del producto agrícola, los cuales nos permiten visualizar el uso y beneficio de las riquezas del subsuelo (petrolera) y de suelo a través del trabajo para que esas riquezas sean suma de felicidad para los pueblos.
     En relación a lo anterior, se concatena o se integra la “Ley Orgánica de los Consejos Comunales (2009)”, debido a que guarda una estrecha relación en cuanto a la propuesta pedagógica expresada por el Profesor Armando Rojas, es preciso mencionar:
     “Capítulo I; Artículo 4. Comunidad: Núcleo espacial básico e indivisible constituido por personas y familias que habitan en un ámbito geográfico determinado, vinculadas por características e intereses comunes; comparten una historia, necesidades y potencialidades culturales, económicas, sociales, territoriales y de otra índole”. (pág.4)
     Del mismo modo, en la Simbiosis de los Simones “La Comunidad es asumida como el vientre de la sociedad; así como el vientre en la madre lo es para el ser social; es entonces la comunidad y su forma originaria y autónoma de gobierno: Concejos Comunales, la que aporta toda una inmensa posibilidad de generar nueva geometría del poder; es decir la construcción del poder comunal contribuye a consolidar la soberanía popular, la igualdad, la libertad y la abolición de toda opresión, y privilegios, asegura las condiciones materiales y espirituales que permitan el desarrollo productivo y la satisfacción de las necesidades materiales, sociales, educativas, culturales así como otras necesidades colectivas de sus habitantes en función de la construcción de la sociedad socialista.
     Es necesario recalcar, que destacada idea se basa en trabajar la teoría desde la praxis, orientada a la coherencia y cohesión de pueblo desde una concepción endógena de un medio técnico, reflejado en lo social en función del positivismo, debido a que es una confrontación de la realidad, donde la teoría sirva de guía para la transformación de la cotidianidad, relacionando y contribuyendo a transformar la naturaleza y la vida social, direccionado a la práctica, exaltando el significado de lo humano, puesto que, la teoría toma una acción activa en lo sociocultural – pedagógica; pasando así, a explicar e interpretar la realidad existente, originando a un sistema de reflexión.
     Por su parte, el enfoque geohistórico está enmarcado en una metodología definida por un conjunto de conceptos, categorías y leyes que aun cuando constituyen expresiones abstractas del pensamiento, buscan en cuanto reflejan relaciones entre los diferentes entes que integran al espacio, no olvidando que la geografía como la historia o cualquier otra ciencia, respaldada por el método de la síntesis, precisando objetivos en dichas relaciones, por lo cual, la metodología se adecua a la interdisciplinariedad de la geohistória lo que permite ir de lo concreto a lo abstracto, y a su vez de retorno a lo concreto.  Al respecto Santaella (1989) refiere que:
     “Esa relación que hemos denominado geohistória se hace indispensable en el estudio del sujeto social, temporo-espacial, puesto que permite ir descubriendo sus relaciones sincrónico - diacrónico y en la misma medida, percibir como se contextualizan sus estructuras económicas, sociales, políticas y espaciales, así como se producen sus cambios, transformaciones y como las formas políticas e ideológicas dominantes le imprimen dinamismo”. (pág. 6)
     En este mismo orden de ideas, la geohistória es una metodología fundamental, básica para entender la dinámica del espacio geográfico, haciendo uso de la misma historia, es decir, no hay hechos aislados para el estudio e interpretación de la realidad del espacio, sin olvidar los diferentes momentos que ocurren en el entorno donde nos desenvolvemos. En tal sentido, la geografía se incorpora como ciencia de la historia, permitiendo obtener una visión del espacio producto de leyes que son también históricas y la explicación de la realidad espacial como proceso dinámico activo de intervención permanente del hombre.

     Es preciso recordar que el enfoque geohistórico, proporciona una fundamentación visto desde una perspectiva diacrónico-sincrónico de la realidad existente, direccionada a un medio técnico-social que avala una concepción de conjuntos inmersos en la ciudad, puntualizando en el género, modo y calidad de vida, tomando referencia a la escala como categoría de análisis espacial, por medio de una metodología adecuada, con la cual se descubren los cambios ocurridos a cualquier escala y los indicadores presentes en su dinamismo.

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