sábado, 25 de julio de 2015

EL FUTURO DEL DOCENTE ANTE LAS COMPETENCIAS EN EL USO DE LAS TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN PARA ENSEÑAR

El desarrollo tecnológico actual nos coloca ante un nuevo paradigma de enseñanza que da lugar a nuevas metodologías y demanda una dinámica diferente por parte de los y las docentes desde un enfoque acorde con los retos que plantea el educar a la sociedad del siglo XXI y reorientar la labor docente. Hoy no basta con transmitir conocimientos a modo de cátedra; el educar para la vida exige que como profesores desarrollemos múltiples competencias, junto con la capacidad para diseñar experiencias de aprendizaje significativas, en las que nuestros educandos sean el punto central del proceso enseñanza-aprendizaje, dar un buen uso de las TIC y organizar la propia formación a lo largo de toda nuestra labor como docente.
Actualmente las tics se han convertido en un elemento básico de impulso y desarrollo de la “Sociedad del Conocimiento”; Este nuevo enfoque sobre el uso de internet posee una fuerte repercusión tanto en la manera de entender la educación como en la formación del profesorado, debido a las nuevas aplicaciones y servicios que genera, facilita la formación continua acrecentando la importancia de la educación formal perfilando un nuevo modelo de escuela, por lo que la gran mayoría de docentes coinciden en que el único modo en que las reformas educativas y la implementación de recursos tecnológicos puedan llegar a las aulas requiere una adecuada capacitación en la materia.
El uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en todas las actividades humanas y la fuerte tendencia a la globalización económica y cultural, requiere que todos los seres humanos posean nuevas competencias personales, sociales y profesionales para afrontar los continuos cambios en todos los campos, en los avances de la ciencia, tecnología y la pedagogía.
El gran cambio que se genera con  el uso de las herramientas TIC, está induciendo una profunda revolución en todos los ámbitos sociales que afecta también y muy especialmente, al mundo educativo. Como consecuencia, todo tiene que ser revisado y modificado: los objetivos y los programas en la educación, las infraestructuras tecnológicas, la organización de las instituciones educativas, los materiales didácticos y las metodologías que se utilizan, todo esto se va orientando hacia un nuevo modelo de instituciones formativas en general.
Resulta evidente que los cambios globales y la situación actual ponderan la necesidad de contar con ciudadanos mejor preparados, capaces de enfrentar los retos que nuestra compleja e incierta realidad nos plantea; esto nos exige como sociedad transitar hacia un proyecto nacional que tenga como objetivo una sociedad del conocimiento que promueva un aprendizaje autónomo, el cual permita, a su vez, la apropiación pública de las distintas formas de conocimiento, donde los principales generadores de este cambio sean los profesionales de la educación, quienes demandan una mejor capacitación. Sin embargo, sólo la dotación de cursos solucionaría esta situación.
Es importante destacar que el uso de las Tics favorecen el trabajo colaborativo entre la relación docente-educando, el trabajo en grupo, no solamente por el hecho de tener que compartir ordenador con un compañero o compañera, sino por la necesidad de contar con los demás en la consecución exitosa de las tareas encomendadas por el profesorado. La experiencia demuestra día a día que los medios informáticos de que se dispone en las aulas favorecen actitudes como ayudar a los compañeros, intercambiar información relevante encontrada en Internet, resolver problemas a los que los tienen. Estimula a los componentes de los grupos a intercambiar ideas, a discutir y decidir en común, a razonar el porqué de tal opinión.
Por tal razón, debemos plantear competencias para enseñar enmarcados en el Saber, Ser y Hacer, lo cual nos permitirá utilizar e incorporar adecuadamente en las actividades de enseñanza – aprendizaje las tecnologías de comunicación e información para así conocer y reflexionar sobre el contexto tecnológico en lo que se desenvuelven los educandos, y desarrollar nuevas habilidades que les permitan utilizar las tecnologías para favorecer aprendizajes significativos.
Indudablemente utilizar e incorporar adecuadamente las TIC en actividades de enseñanza - aprendizaje es una competencia genérica, común y transversal, dentro de la tipología del saber hacer, fundamentada en cualquier plan de formación de docentes, lo cual exige:
v  Intensificar el uso educativo de las TIC a fin de aprovechar el potencial de las tecnologías para impactar los aprendizajes.
v  Contribuir de manera positiva en la mejorar la calidad  de la educación con equidad.
v  Desarrollo de  competencias TIC en el sistema educativo y de la ciudadanía
v  Fomentar el acceso y uso pertinente a las TIC
De esta manera, se consolidan  programas socioeducativos que contribuyan a difundir las Tic como estrategia significativa en el ámbito escolar. Las tecnologías han venido a mejorar el proceso de enseñanza y de aprendizaje. El éxito en la implementación de las Tic  requiere de la capacidad del conocimiento, por una parte, de llevar aprendizajes a lo largo de nuestras vidas  y, por otra de adaptarse  rápidas y eficazmente a secuencias sociales, laborales y económicas. Las tecnologías de la información y comunicación tienen un potencial reconocido para apoyar el aprendizaje, la construcción social del conocimiento y el desarrollo  de habilidades y competencias para aprender autónomamente.
Un elemento clave es una mejor capacitación de los docentes para que puedan usar pedagógicamente las tics. El empleo de las tecnologías de la comunicación como el ordenador, correo electrónico, la internet y la videoconferencia, además de los servicios proporcionados por los satélites, reduce las barreras del espacio y del tiempo; en los procesos de enseñanza-aprendizaje debemos apropiarnos de las herramientas tecnológicas que la sociedad desarrolla, introduciéndolas como medios que posibiliten la comunicación eficaz en las aulas. Como estas herramientas no fueron creadas con fines pedagógicos, el docente debe adaptarlas a las exigencias y características de los procesos educativos de su entorno, desde una perspectiva innovadora.
Frente a las tecnologías de la información y comunicación, al profesor le corresponde asumir dos roles: en primer lugar, preparar a los estudiantes para que vivan en una “sociedad tecnológica”, fomentando en ellos un espíritu crítico frente a la  avalancha de información con la que se encuentran día a día, y en segundo lugar apropiarse de las ventajas que le ofrecen estas nuevas tecnologías incorporándolas a su metodología de enseñanza.
Finalmente, incorporar al aula las nuevas tecnologías, requiere de la innovación de estrategias por parte del profesor, tomando en cuenta que el objetivo es mantener al educando activo e interesado en el tema. Trabajar con las diferentes estrategias de enseñanza y de aprendizaje que permiten los nuevos escenarios educativos, a partir de la incorporación de las nuevas tecnologías,  permitirá desarrollar en los y las  estudiantes habilidades, conocimientos y competencias que harán de  ellos un ser reflexivo y crítico.


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